La sal marina nos aporta unos beneficios que son imprescindibles para nuestro buen funcionamiento y rendimiento diario. Es secada de forma natural al sol, no pasa por un proceso de refinamiento. Gracias a este proceso natural la sal marina contiene pequeñas cantidades microscópicas de vida marina y minerales, conteniendo yodo natural. El sabor de la sal marina también es diferente, más intenso, por lo que se puede utilizar en menor cantidad ofreciendo los mismos resultados de sabor, lo que contribuye a un menor consumo.

En nuestra alimentación es imprescindible el sodio para que funcione nuestro organismo correctamente. Este compuesto realiza funciones básicas en las transmisiones del impulso nervioso a través de los nervios, también interviene en la contracción muscular y favorece el equilibrio de los fluidos corporales.

Al no ser procesada le permite retener pequeñas cantidades de minerales que son esenciales para nuestro organismo, como son el potasio, el calcio o el magnesio.

El aporte óptimo de magnesio contribuye a la producción de enzimas, la formación ósea, resistencia en enfermedades cardiovasculares y favorece, además, la transmisión nerviosa. En nuestros primeros años de vida el magnesio es de vital importancia para el correcto desarrollo de nuestro cerebro.

La sal marina es bien conocida por ser de vital importancia para las contracciones musculares, también para su expansión y la estimulación de los nervios. Favorece además el buen funcionamiento de las glándulas suprarrenales. Esto es debido al potasio que contiene la sal marina además ayuda a nuestro cuerpo a absorber mejor el potasio de otros alimentos. Se trata de una forma natural que nos previene de calambres musculares, espasmos y dolores.

Otro de sus beneficios es mantener los niveles adecuados de azúcar en nuestro cuerpo, las personas que padecen de diabetes o tienen riesgo de padecerlo, la sal marina se convierte en un alimento esencial para su dieta.

En la sabiduría popular es conocida la importancia de los baños con sal marina, ayuda a calmar la piel irritada y seca. También es recomendable para personas que padezcan de psoriasis o eccemas. Este tipo de baño hace que se abran los poros, mejorando la circulación de la sangre e hidratando los tejidos para que la piel se regenere de forma sana.

Esta sal de mar, suministra minerales esenciales a nuestras células, aumentando y mejorando nuestro sistema inmune. De esta forma nuestro organismo se hace más resistente a las infecciones y enfermedades bacterianas. Supone una mejor recuperación ante un accidente, una enfermedad, una operación, un corte o quemadura. Mejora nuestras defensas para resistir mejor a los resfriados, gripes y otros virus.

La organización mundial de la salud (OMS) recomienda que el consumo medio de sal sea de 3 gramos diarios en niños menores de siete años, 4 gramos para para los niños entre siete y 10 años, y 5 gramos para los que superan los 10 años de edad.

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